jueves, 20 de mayo de 2010

El Legado.

”… Tranquila, si en el fondo, lo más importante es que me gusta hablar contigo, seas alta, baja, rubia, morena, miope o no miope, mujer, hombre, gato, pez, ruiseñor o mariposa. ¿No crees que es lo más importante? ….”

En parte sí, ella comprendía y compartía esa misma postura. Poco, muy poco, por no decir nada, le importaba como era muchacho por fuera, dado que por dentro era de una calidad humana extraordinaria. ¿Qué más podía pedir chatina?, nada, absolutamente nada más necesitaba de él, en honor a la cruda realidad.

Más bien quería dejarle algo hermoso, ella a él, algo que pudiera recordar siempre, con cariño y con orgullo pero…después de la clase de respiración y la de imaginación, a las que ella puso notas de 6 y de 10 respectivamente, se le olvidó decirle que el resto ya era cuestión de proyectar, proyectar con la mente todo lo bueno, positivo y hermoso que muchacho deseara para su vida y rutina. Su abuela siempre le había enseñado que los pensamientos positivos y limpios, claros, concisos, proyectados en la mente hacia la misma realidad activaban cualquier logro como los planos de una casa de un valioso arquitecto de sonrisas y emociones. Ese sería su legado, como el de una varita mágica en pos de un hada linda llena de cariño y amistad…nada más infantil e inocente…


Tela de Araña (pag. 98)

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