viernes, 21 de mayo de 2010

La Gota Única.

“Suave, muy suave es lo que fue y pasó, aunque nunca volvió a reaparecer entre tú y yo. Y es que mientras caía y pasaba, volvía el recuerdo de algo tierno, muy tierno. Suave, muy suave me rozó. Mi mejilla sonrojada se quedó ante la frescura que me alcanzó y sólo dejó el recuerdo helado de aquel roce que me marcó. Suave, muy suave ocurrió y el aroma que no había me recuerda a cada instante la dulce caricia que no volvió. Mientras espero, voy mintiendo al cielo, mirando al vacío por si otra vez ocurriera y mi piel sintiera aunque fuera más suave aquel roce fresco que me despertó. Suave, muy suave se fue. Tal como vino se deslizó y lenta muy lentamente se escurrió. Quizás tenga suerte y encuentre una hermana o una prima que sea el vivo retrato de aquella frescura que me inundó. Quizás no encuentre el momento adecuado, quizás no coincida otra vez el paso de aquella nube en pleno día que me mojó y entonces sólo encuentre en la noche una cierta humedad que aporte una poca frescura de aquella que ya pasó. Suave, muy suave se fue, la pequeña gota que me mojó y en su lenta caída se evaporó. ”

Tela de Araña (pag. 109)

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